terça-feira, 3 de março de 2015

La triple condena de los gais sirios





Captura de un vídeo del EI en el que dos yihadistas arrojan al vacío a un supuesto homosexual en Nínive.


Los homosexuales abandonan Siria para evitar los asesinatos de los yihadistas, que se suman a la represión del régimen y al rechazo de sus familias y tribus

ELPAIS.COM

El pasado noviembre, dos veinteañeros sirios eran apedreados hasta la muerte. La ejecución ocurría en Deir Zor, en el noreste de Siria y feudo del Estado Islámico (EI). Su crimen: ser homosexuales. Se trataba de la primera ejecución pública de gais a manos del grupo yihadista. Un hombre leía la brutal condena amparado por la rigurosa ley religiosa que sirve de Constitución en el califato. A 140 kilómetros de allí, Ibrahim ya hace más de un año que huyó de Raqqa, su ciudad natal y capital del EI. Médico de 33 años, su homosexualidad le ha valido una persecución continua. Encarcelado bajo la ley siria, condenado a muerte por la de los yihadistas y desterrado por su propia tribu, Ibrahim ha logrado sobrevivir a una triple condena.
Tras cuatro años de guerra y más de 200.000 muertos, las ejecuciones de homosexuales aumentan en el reino del EI que se extiende entre Siria e Irak. Las imágenes de dos jóvenes empujados desde la azotea de un edificio en Irak dieron la vuelta al mundo. Con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda, eran lanzados al vacío al tiempo que el verdugo voceaba: “¡Musulmanes, sed testigos de la aplicación de la ley!”.
En 2010, y antes de que estallaran las primeras revueltas sirias, Ibrahim fue arrestado en virtud del artículo 520 del Código Penal sirio en vigor desde el protectorado francés. Aquellos que realicen “actos sexuales innaturales” serán condenados a hasta tres años de cárcel, reza el artículo. Bajo tortura, uno de sus amigos detenidos le delató. La familia de Ibrahim, que pertenece a una conocida tribu, decidió tapar el escándalo recurriendo a contactos en el régimen y previo pago de 18.000 euros. Ibrahim salió de la cárcel, pero la libertad le duró poco: “Cuando pensé que todo había pasado, empezó lo peor. La revolución comenzó, el caos se apoderó de Raqqa, el Ejército Libre Sirio mutó en Al Nusra [filial de Al Qaeda en Siria] y en el EI”.
Tres de sus amigos homosexuales fueron ejecutados por los yihadistas. Uno murió de un infarto mientras era torturado. Los otros dos, de un tiro en la nuca. “En Raqqa, la comunidad gay era activa. Pero sólo a los que reciben en el acto sexual se les considera gais. Muchos de aquellos que tenían mujeres y se acostaban con hombres fueron a parar a las filas de Al Nusra y del EI. Para expiar sus culpas entregaron a todos los gais que conocían de su fase prerevolucionaria. Mis tres amigos pagaron con su vida y de sus teléfonos sacaron los números de decenas de otros como yo”, relata con amarga sonrisa.
Al poco, Ibrahim fue secuestrado y torturado por los yihadistas. Su tribu intervino por última vez pagando 10.000 euros por su vida. “Tenía familiares cercanos al EI y Al Nusra que pedían mi cabeza. Mi tío logró negociar mi libertad pero me dieron dos horas para abandonar Raqqa. Yo había deshonrado a mi familia y a mi tribu”.
Su primera parada fue Damasco, zona leal al régimen y donde aún perduran varios hamam (baños) convertidos en lugares de encuentro para homosexuales. “Es ilegal pero si los dueños untan a la policía, estos hacen la vista gorda”, espeta al teléfono desde Madrid Jorge, joven de 35 años de padre sirio y madre española. En marzo de 2012, Jorge quedó con su novio en un hotel. “La policía nos pilló en la cama. Nos arrastraron desnudos por los pasillos y por la calle. Nos llamaban enfermos mentales al tiempo que nos pateaban”, rememora este antiguo profesor de Filología Hispánica. Logró pagar los 3.000 euros de fianza para salir del calabozo. “Al poco me convocaron para alistarme en el Ejército. Al ser hijo único estoy exento del servicio militar por lo que supe que era una trampa para encarcelarme por ser gay. Hice las maletas y hui a España”, concluye Jorge a quien le salvó su pasaporte español.
Ibrahim también escapó. Ahora, como refugiado sirio en Líbano, aun guarda esperanzas de una nueva vida: “Hemos estado años bajo la represión del régimen y a la comunidad internacional no le ha importando. Llevo siete meses en espera de asilo político en Europa. Intento mantener la cordura, porque sé que merezco un nuevo comienzo. Pero hasta ahora no me han dado la oportunidad”.
Beirut, refugio para el asilo político
Varios jóvenes homosexuales sirios intercambian sus relatos en las oficinas de la ONG Proud Lebanon, a las afueras de Beirut. Consigo arrastran un doble trauma acumulado en su huida de la guerra y en su lucha por sobrevivir a su sexualidad. Perseguidos tanto en zona leal como rebelde, a la comunidad homosexual siria tan sólo le queda el exilio para sobrevivir. En 2013, el libanés Bertho Makso y cofundador de la ONG, comenzó acogiendo a refugiados sirios gays.
“Proporcionamos servicios médicos, psicológicos, cursos de formación y un plato caliente. Para muchos será el único que ingieran en el día”, explica Cosette Maalouf, trabajadora de la ONG. El centro acoge a 320 homosexuales, más del 60% sirios. “La mayoría ven Beirut como un lugar de paso para ir a Europa”, explica Makso, quien asegura que el pasado año, 70 de ellos obtuvieron asilo político.
A diferencia del resto de refugiados sirios, están solos. Han roto con su familia y huido de régimen y rebeldes. “Se trata de una comunidad muy vulnerable dentro de los refugiados sirios, pero no hay estudios u organismos que realmente monitoreen estos casos. No son solo perseguidos por el Estado Islámico, [EI] sino por rebeldes, las leyes sirias y la propia moral social. Los ataques del EI son más visibles por su policía moral” apunta Nadim Khoury, director de Human Rights Watch en Beirut.
Entre los 320 beneficiarios, tan sólo se cuentan cuatro mujeres. “En nuestra sociedad no se considera que la mujer tenga una sexualidad, y durante la guerra estamos recluidas en el hogar. De ahí que a las lesbianas nos sea más fácil pasar desapercibidas. No sé de ninguna ejecución de una mujer homosexual”, cuenta desde Alepo al teléfono Bahiya, de 28 años.



Mesquita 'aberta a gays' é alvo de críticas na África do Sul





A "Mesquita Aberta" aceita pessoas de todos gêneros, religiões e orientações sexuais

Um acadêmico muçulmano abriu uma mesquita receptiva a homossexuais na África do Sul, apesar de receber fortes críticas e até ameaças de morte de parte da comunidade muçulmana local.

http://www.bbc.co.uk/portuguese

Mulheres também poderão conduzir as preces na "Mesquita aberta" de Taj Hargey, na Cidade do Cabo.
"Estamos abrindo a mesquita para pessoas de mente aberta, não para pessoas de mente fechada", disse Hargey à BBC.
Ele afirma que a mesquita ajudará a contestar o crescente radicalismo islâmico.
Hargey, que é professor do Centro Educacional Muçulmano de Oxford, no Reino Unido, disse ao programa Newsday, da BBC, que é chegada a hora de uma "revolução religiosa".
"Na África do Sul há 20 anos, houve uma revolução pacífica provocou a mudança do apartheid para a democracia, e precisamos de algo semelhante na religião", afirmou.
'Invisibilidade feminina'
Hargey, que nasceu na Cidade do Cabo, disse que a mesquita receberia pessoas de todos os gêneros, religiões e orientações sexuais.
Além de poder conduzir as preces, as mulheres também poderão rezar no mesmo salão que os homens.
Ele comparou isso às atuais práticas islâmicas que mantêm as mulheres "no fim das ruas, no fundo dos salões, longe dos olhos, longe do pensamento".
No entanto, membros da comunidade muçulmana da Cidade do Cabo criticaram a nova mesquita nas redes sociais. Alguns o chamaram de "herege" e "descrente".
Um grupo chegou a tentar impedir a abertura da mesquita.
O Conselho Judicial Muçulmano, que representa os grupos islâmicos da África do Sul, disse que está investigando a nova mesquita ao notar que ela gerou preocupação na comunidade.
Em seu sermão, Hargey condenou o que disse ser o aumento do ódio no mundo entre muçulmanos e cristãos, que ele afirma ser culpa da "teologia torta", de acordo com a agência de notícias AFP.
Perguntado sobre suas credenciais de líder religioso, ele afirmou que tem "um PhD em estudos islâmicos da Universidade de Oxford, ao contrário de meus oponentes, que foram para alguma faculdade de burros no Paquistão ou na Arábia Saudita".
Ele disse à BBC que quer reviver "a mesquita original do profeta Maomé, onde não havia barreiras".
"A ideia da invisibilidade feminina é uma inovação que aconteceu depois de Maomé e, infelizmente, se consolidou", afirma.